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lunes, 29 de noviembre de 2010

Y nos comimos al dragón...

Pues nada... antes de darnos cuenta llegó el domingo, contra todo pronóstico día soleado aunque mucho frío y a las 8:15 horas partimos hacia Villafranca del Bierzo el Sr. G., el amigo CB y un servidor, 30672.
Llegamos a Villafranca a las 9:30 horas y directos al castillo a por los dorsales y la bolsa del corredor con vales para la comida, camiseta técnica (motivo reproducido en la foto superior) y batido de proteínas. De allí fuimos a estacionar el coche en el polideportivo, cambiarnos de ropa y calentar.

Patio de armas del castillo
A las 10:55 todos para el patio de armas del castillo desde donde se daría la salida neutralizada. Mucha gente conocida, del equipo "Nunca correrás solo", de la Venatoria, etc. Hemos de agradecer al Sr. Halffter y a su familia habernos permitido disfrutar de poder transitar por tan privilegiado entorno, un auténtico lujo que ayer estuvo al alcance de todos nosotros. Preparados, listos.....PUM, ya estamos corriendo, bajamos del castillo y directos a las calles de Villafranca, precioso pueblo, cruzamos un puente sobre el río Burbia, atravesamos un túnel por la antigua nacional VI, cogemos el desvío hacia Corullón y posteriormente nos desviamos en una señal que marca Dragonte 5 km. En ese punto se tomaba el tiempo por segunda vez, ya que había dos mediciones, desde la salida del castillo y desde el comienzo de la subida, el denominado 1/2 kilómetro vertical. Y en ese punto primera rampa potente tras la que empiezan a caer corredores como moscas que paran de correr y continúan caminando. Subida, subida, subida y subida todo el rato, el paisaje es increíble, con unas vistas del Bierzo alucinantes. Los kilómetros están marcados y se hacen eternos; en el suelo mensajes de ánimo tipo vuelta ciclista: "k´mon", "ánimo", "a partir de aquí pesa el culo", etc. Impresiona en esta carrera el silencio, casi nadie habla y solamente se oye respirar. Como para hablar con esas cuestas!!!
Al aproximarse a Dragonte el paisaje se va cerrando, con unos castaños preciosos de los que caen hojan amarillas y rojas, maravillosa estampa. Según vamos subiendo empiezan a aparecer peligrosas placas de hielo; por fin el cartel de Dragonte, esto se acaba, ohhhh! un nuevo aviso en el suelo "CUESTA DEL TERROR" y de repente, una rampa que producía auténtico miedo, durísima y con hielo (casi hacía falta piolet). Tras superarla otra buena subidita y por fin la META, 50 minutos y unos segundos en todo el trayecto y 32 minutos y algo en la  subida, bufff, recuperación, dejar el chip, entrega de medalla conmemorativa a todos los corredores y a esperar a CB que apareció a los dos minutos y al Sr. G que llegó pasada la hora con el gorro lleno de escarcha. Había un caldito al que no nos quedamos ya que empezábamos a quedarnos fríos y no habíamos llevado ropa de recambio, así que emprendimos la bajada, UNA GOZADA!!! charlando con un montón de corredores y dejándonos llevar por la pendiente y disfrutando del paisaje...
Llegamos al polideportivo y a la ducha en la que el agua estaba caliente a tope (se agradece una eternidad) y había amplias instalaciones que daban sobrada cabida a todos los corredores, sorteo, entrega de premios y paella, un diez para la organización de la carrera.


En definitiva, Dragomán es una carrera que todo el mundo debería correr al menos una vez, es diferente, muy bonita, en un entorno fantástico PERO, que nadie se engañe, es una carrera muy dura, porque no da tregua, es subida, subida, subida y subida y si no dosificas lo pagas..... lo mejor es que después de coger al dragón nos lo comimos con patatas...




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